¿Es malo recordar?, le pregunté mientras la miraba reflejada en el espejo, con esos ojos ausentes que sólo se achiquitan cuando las nostalgias le aprietan el corazón. ¿Extrañar qué? lo que fuimos, lo que vivimos, lo que por momentos deseamos borrar y tirar al olvido, lo que hoy sólo se nos presenta entre brumas de un pasado que no logramos saber si existió.
Extrañar la casa, la vida despreocupada, la soledad de una cama, el frío en el pecho pidiendo la compañía de una película en el viejo televisor. El chocolate y la arepa en las mañanas; llegar a casa y no tener que hacer nada, levantarme temprano con la sensación de trabajar en algo donde sí esté mi corazón. Extrañar a las amigas insensatas, a las amigas del alma, a las que compartían mesa y mesa entre una que otra conversación. Extrañar las salidas, el trabajo, ir al cine y hasta los días ajetreados… llegar a casa sonriendo porque ese día valió.
Se vale extrañar un recuerdo… inexistente, un inexistente recuerdo, de una figura que fuimos, que somos, que no volveremos a ser. Nada devuelve lo vivido, nadie camina el mismo camino, y si lo hiciéramos, sí lo intentáramos, el recuerdo del pasado sería todavía peor. Más doloroso, más lejano, más solitario, más olvidado… nada es dos veces lo mismo, nadie es dos veces el mismo, la distancia entre esa vida y mi vida ya cumplieron su fecha de expiración.
Ahora tú y yo, ojitos ausentes, vivimos esta vida; esta hermosa, compartida, amorosa vida… Adulta vida, real vida. Aprendemos a caminar despacio, a empezar de cero con cosas que no nos gustan tanto. Llorando, riendo, comparando…siempre comparando, porque en noches como hoy extraño TANTO!
Creo que extrañar es parte del querer volver a vivir…..que anclandose en lo bonito, puede ser traer de vuelta con algo de nostalgia lo vivido.
Pero que de forma insistente y negativa, hacerlo muy a menudo, como el barco que tira el ancla y que no se quiere mover de aquel mar que le da el mejor pescado.
Se impide a si mismo avanzar y continuar de la mano del miedo y la incertidumbre, mares nuevos, destinos desconocidos…
Hermoso Lu !