Hasta hace unos años me consideraba una mujer de malas en el amor. Cada nuevo prospecto que conocía era peor que el anterior y mis historias románticas siempre terminaban con finales tristes en los que yo era la única que terminaba con el “corazón partido”, al estilo Alejandro Sanz, y llorando. A veces cuando lo miro a él, al hombre que me devolvió la fe en esta palabra, “AMOR” con todo y lo que verdaderamente significa, entiendo por qué la vida me hizo sumar a tantos (en realidad no son tantos) en una lista interminable de errores juveniles que hoy recuerdo con una sonrisa en el rostro porque sí, a pesar de todo, cada uno de ellos me enseñaron y me dejaron algo.
El inicio de mis historias de amor
Creo que cuando somos adolescentes o estamos en la primera etapa de los famosos 20´s, vivimos el amor con una intensidad que nos hace idealizar a las personas de tal manera que no las podemos ver por quienes realmente son sino por la idea prefabricada que hemos construido en nuestra cabeza. Nos enamoramos hasta los huesos de ese ser que desde que lo conocemos no queremos dejar escapar, y nos entusamos de igual manera al descubrir que nuestro príncipe no era tan azul como creíamos ni que nosotras éramos las únicas princesas capaces de quitarles el sueño.
En mi caso personal, como les digo, siempre iba de Guatemala a guatepeor. Siempre terminaba “enamorada”, así entre comillas, del típico guache, machista, medio patán, incapaz de serle fiel sólo a una mujer. Y como si fuera poco terminaba en medio de una relación de 3, con una ex novia fantasma incluida con la que mágicamente terminaban volviendo en el clímax de la historia de amor que yo había armado en mi cabeza. ¡Me dejaban, como se dice en mi país, con los crespos hechos!
Durante esos años asumí ciegamente la idea de que la culpable era yo y sólo yo. Me creí el cuento de que las cosas habían acabado por un fallo mío, y que la verdad, era que yo no era lo suficientemente bonita ni “buena mujer para ellos”. Acepté sin chistar las explicaciones machistas con la que muchos se escudaban: “sales mucho con tus amigas”; “parece que eres tú la que no quiere nada en serio”, “no eres el tipo de mujer que busco para novia”, “mi ex novia es mejor”, “Para qué algo serio si la estamos pasando bueno”, “No creo que consigas a alguien como yo”, entre otras que me hacían sentir como la mala del paseo, y me dejaban con un sentimiento de culpa que me hacía victimizarme, al punto de perder mi autoestima y fijarme en un nuevo susodicho, por aquello de que un clavo saca otro clavo, con el que me iba igual o peor. Como si de un dejavú se tratara, pues terminaba viviendo la misma historia pero esta vez con un actor distinto. ¡Frustrante! ¿O no?
Pero un día mientras me miraba al espejo, tuve una conversación conmigo misma, me respondí un par de preguntas con toda la sinceridad posible y tomé una decisión. ¿Por qué siempre termino conformándome con menos? ¿Por qué nadie es capaz de ver la mujer que soy? Y la más importante ¿Por qué no me estoy amando lo suficiente como para saber cuándo es el mejor momento de retirarme? – “¡Ya no quiero mitades, ahora lo quiero todo!”
El climax sentimental
Me costó mucho tiempo encontrar las respuestas a esas preguntas, pero cuando entendí que todas mis historias caían en el mismo círculo vicioso porque me faltaba algo de lo que sí era culpable, todo cambió. Me faltaba amor; y no el que esperamos de los demás, sino el propio. Ese amor que te pone en el centro de tu universo y te hace sentir completa, aunque estés sola; ése que entiende que si alguien llega a tu vida es para acompañarte durante el trayecto y no para completarlo; ese que hace que te ames, te valores, te seas fiel y te respetes tanto para que después puedas amar, respetar y valorar a los demás sin apegos ni dependencias, respetando tu libertad y su libertad.
El desenlace… ¡hasta ahora!
Y como el universo une mundos cuando dos almas se tienen que conocer, un año después llegó él. El hombre que le puso fin a mis crónicas de días de soltera, cuando lo único que quería de la vida era ser la tía solterona y rica de la familia. Él en España, y yo Colombia, unidos únicamente por estar conectados en el chat de un curso de inglés online en el momento y la hora adecuada. Yo si decía que quería conocer al amor de mi vida de una forma diferente… y vaya que el universo me escuchó!
Desde que estamos juntos hemos aprendido a vivir y construir una relación sana capaz de amar en libertad, sin exigencias, prejuicios, pasados ni ataduras. Encontramos en el otro a alguien dispuesto a prestarnos nuevas plumas cuando nuestras alas se dañan, alguien capaz de darnos el empujón necesario para echarnos a volar, aunque muchas veces nos negamos a hacerlo. y aunque muchos días nos queremos matar (porque sería una mentira decir que todos los días amanecemos con el amor a flor de piel), sabemos que la historia de amor que estamos construyendo vale la pena porque no nos podemos imaginar compartiendo nuestros sueños y vida con alguien más.
Ahora miro al pasado sin dolor porque AGRADEZCO que nada me saliera bien, eran lecciones que tenía que aprender para dejar los errores de viejos amores en el pasado y poder amarme y amarlo a él.
El amor que das siempre vuelve, sólo hay que estar receptivos y saber lo que está destinado a ser, será.
Feliz mes de amor y amistad, aunque hay que practicarlo todo el año.
Lú
EL AMOR………PROPIO…….VUELVE…….EL AMOR DE ESE DE NUESTRA JUVENTUD Y PARTE DE NUESTRA VIDA….EN MI CASO…..NUNCA VOLVIO……………….
Me ha gustado conocer tu historia. En los años de adolescencia, con las hormonas revueltas, se dice que hay mucho enamoramiento, pero yo creo que hasta que no maduramos un poco no entendemos lo que es de verdad el amor. ME alegra que por fin lo hayas encontrado y que dure mucho ^^ Bss.
Me encantó tu post. Lo cierto es que es fácil volvernos cínicos después de una o varias desiluciones. Pero no podemos darnos por vencido porque cuando amamos nuestra vida se enriquece. Yo lo veo como ir regando semillas. Puede ser que no veamos los frutos en seguida, pero tarde o temprano podremos disfrutar de una maravillosa sombra. Sorry, no prentendía sonar cursi. Gracias por compartir. Un abrazo!
Guapa qué bonita experiencia, me parece genial que puedas mirar el pasado y agradecer las experiencias vividas, creo que si todos pudiéramos llegar a ello la vida sería muy diferente. NO es fácil aceptar esto, ni tampoco comprender que el amor propio es tan importante y vital para construir relaciones realmente basadas en algo más allá del miedo , el apego y la dependencia.
Que sigas disfrutando de tu relación y que sea por muchos, muchos años más 🙂
El amor tiene sus ventajas, es verdad, y cuando encuentras un amor sin sinsabores es una bendición. Cada momento de la vida tiene su¡s peculiaridades y pedimos cosas diversas al amor. Me alegro que hayas encontrado un amor inspirador. Un abtazp
Excelente reflexión!
A mi la verdad, nunca me tocaron relaciones que me sobajaran o me hicieran perder autoestima pero, tengo amigas que toda la vida las trataron así y se conforman con eso. Creo yo por falta de autoestima, amor propio como dices.
Felicidades por tan empcionante forma de conocer el amor y por haberte detenido a tiempo para trabajar en tu amor propio. Ya no serás la tía rica en dinero jaja. Serás la tía rica en amor. Qué delicia!
Saludos desde México.
Una historia muy bonita y con la que me siento muy identificada, a mi también me tocó vivir varias historias que no acabaron bien antes de conocer a alguien con quien si me siento unida y con el que compartimos un amor sano y bonito.
A veces tenemos que pasar por malas relaciones para aprender algunas lecciones para así poder crecer como personas y amarnos a nosotras mismas tal y como somos
Muy bonita historia. Yo creo que al final todas hemos pasado por muchas malas experiencias amorosas pero siempre llega alguien que merece la pena. Me alegro de que encontraras a tu hombre. Besos
Es curioso como vamos cambiando y evolucionando como personas y en pareja. Creo que comenzamos siendo más inseguros y egoístas y eso nos hace celosos y sufrir tanto por amor. Con el paso del tiempo la seguridad y la experiencia nos hace mejores parejas con más libertad.
¡Ay, qué precioso! Me has emocionado muchísimo. 🙂 A mí siempre me gusta decir que los errores es una forma de aprendizaje activo. Tenemos que equivocarnos para seguir viviendo y para vivir experiencias. Tenemos que aceptar que hay cosas que nos saldrán bien y otras mal pero no por eso hay que dejar de ser receptivos a nada. Y en cuanto el amor… es lo más fantástico que tenemos (y no me refiero solo al amor en pareja sino a los amigos, a los animales, a la familia y por supuesto a uno mismo).
Me ha encantado el post, en serio. ¡Y ahora a disfrutar de ese amor y aventura que estáis construyendo! 🙂
Disfrute mucho tu historia y claro que me proyecte en muchos de tus comentarios, al igual que tu, tuve que «besar 1000 sapos antes de encontrar al indicado», pero en todo este lapso de aprendizaje sentimental aprendí, al igual que tu a que la relación mas importante y la que primero debo fortalecer es la de conmigo misma, una vez que me ame, me respete y me comprometí conmigo misma encontré el amor en la relación que ahora quiero tener, y es básico amarme para buscar no solo mitades si no el todo y llegar a ese clímax emocional, gracias por compartir y seguiré pendiente de tus post.
Que linda historia!! me ha pasado algo parecido, tomé decisiones erradas y caminos no correctos por amor y he quedado con el corazón quebrado. Pero he conocido a alguien genial y me ha hecho ver que siempre entregué todo de mi a las personas equivocadas y que todo lo que di y esperaba de alguien más lo recibo ahora de él. ☺♥
Bendiciones en tu historia de amor.
Saludos.
Precioso post y hermosa historia!
A mi novio actual también lo conocí por internet. Venía de una relación como la que describiste en «los ’20» y de un día para el otro estaba en otra relación totalmente distinta y muchísimo más sana.
Besos!
Maru.
Que preciosa historia guapa. El amor es algo tan extraño y mágico a la misma. Aprendemos tanto de los errores que cometemos por amor y de igual manera aprendemos con cada nuevo amor que nos toca vivir. Yo conocí a mi chico por chat, lo único a diferencia de ti es que vivíamos en la misma cuidad.
A disfrutar al máximo de esa esa experiencia expetacular.
Saludos.
Que bonito! Por fin lo leí y en un buen momento. De verdad que bonita relación.
Es absolutamente necesario, amarse a uno mismo para poder amar al resto. Cuando se da ese paso y empiezas a mirar a tu alrededor, te das cuenta de lo vacía que era tu vida hasta entonces. Algo parecido a lo que ha te ha sucedido a ti, me pasó a mí, aunque los espacios y el amar con libertad lo llevo en el ADN, porque es precisamente de esa libertad o espacio, es donde tanto el que ama como el amado, no necesitan nada más, porque no lo buscan.
Me alegra el desenlace de tu vida amorosa, que hayas superado los momentos malos y que mires atrás sin rencores, ahora se ve que eres una mujer madura y que se valora, eso es muy importante.
Yo soy de las que creo que lo que deba pasar pasará pero no creo que lo que das siempre vuelve o de lo contrario mi reloj va con bastante retraso jejeje. Aunque he de reconocer que la historia que nos has presentado es muy bonita. Saludos.
Tienes mucha razón en que solemos idealizar a la otra persona cuando la conocemos o ver en ella lo que queremos pero no sólo en la adolescencia sino toda la vida y eso nos lleva a muchos malentendidos y dolor. Desde luego el amor empieza por uno mismo y por compartir amor con los demás, bss
Estoy absolutamente de acuerdo contigo en todo ya que creo que las historias que vamos viviendo a lo largo de nuestra vida siempre son para aprender aunque nos cueste varios tropiezos pero en lo que estoy de acuerdo aún más es que si tú no te valoras lo suficiente nadie lo hará así que me alegro que llegases a ese punto tan importante y ahora recojas todo lo que has sembrado. Muaks
El amor se vive diferente según la eda, no e lo mismo ennamorarse con 18 a hacerlo con 40, pues a medida que crecemos nos damos cuenta realmente de si lo que sentimos es amor o simple atracción
Me ha gustado tu post, porque se ve que has ido evolucionando
Bonita historia y real como la vida misma.
En cada relación aprendemos algo de nosotros mismos y avanzamos interiormente.
Lo que deseas a los 20 años no es lo mismo que a los 30 o 40, etc… evolucionamos y nuestras necesidades son diferentes.
¡Disfruta tu amor y el presente!
Un saludo,
Linda tu historial, recuerda todo lada por algo …todo es un aprendizaje y el amor llega cuando tenga que llegar y en tu caso fue maravilloso.
Te mando un fuerte abrazo
Wow que hermoso relato, no cabe duda que el amor siempre gana a pesar de las adversidades y complicaciones de la vida. Testimonio inspirador que nos fomenta a creer y a ser paciente. Gracias por compartir tan linda historia. Saludos y besos