¿Por qué las letras aparecen de la nada cuando alguien se siente infeliz? Por qué se acomodan sigilosas debajo de la almohada y susurran ideas, tramas y desenlaces que tejen una historia de Best seller , de la que al día siguiente sólo recordarás su sensación. ¿Te ha pasado?, ¿Escribir para estar feliz o al menos menos triste?, ¿Escribir para olvidar?…o ¿Para volver a recordar?…escribir por escribir.
Escribir y que los dedos corran apresurados porque las palabras no quieren esperar; escribir porque el corazón habla y la mente está cansada de callar; escribir para sentirse vivo o para morir ahogado en poesía, en párrafos inconclusos, en dulces agonías; escribir porque al estilo de Shakespeare la vida es sueño, y como dijo Calderón de la Barca, porque la vida es una ilusión, un frenesí.
Escribir para estar menos triste, escribir como excusa para existir. Escribir porque la tristeza deja huella en el cuerpo y también en la pluma de aquel que usa a la escritura como un medio para subsistir.
¿Por qué no salen las letras libres y primorosas también cuando estoy feliz?
Creo que fue precisamente la tristeza la que me motivó a abrir mi blog, pero luego trato de hacer un balance que lleve a la reflexión. De todo aprendemos, pero la tristeza suele ser una buena inspiración.
A Veces escribo para encontrar un lector. Abrazo y rosas.
Me ha gustado mucho, escribir por escribir 🙂
Me alegra que te haya gustado! Gracias por leer 😀
A mí me sucede lo mismo. Supongo que cuando estamos bien hay muchas más cosas que hacer o celebrar que escribir, y cuando estamos mal, al menos lloramos tinta. Si consigues cambiar el chip, no olvides contarnos cómo. 😀
Así es, irónico jaja!!! Nos estamos leyendo y gracias por pasarte por aquí!!!
Gracias a ti. ¡Nos leemos!