¿Qué son los sueños? Me pregunta una amiga a través de Whatsapp. Quité la ventana de mi vista, baje mi mirada y dejé que un tenue suspiro respondiera lo primero que se me vino a la cabeza: Un anhelo. ¿Un anhelo?, me volví a plantear, mientras mi mente confusa trataba de buscar rápidamente algún nuevo anhelo en mi memoria que me permitiera estar segura de mi definición. ¿Si los sueños son anhelos, es por eso que no siempre se convierten en realidad? Pensé en voz baja.
Por la respuesta de mi amiga, un simple “Jum” noté que quizá ella, que está al otro lado del mundo, se está haciendo la misma pregunta que yo. Quizá al igual que yo tiene tantos anhelos en mente que necesita que alguien la baje a tierra y rompa la magia de la palabra con una sola definición. ¿Por qué nos agobian los sueños?, ¿Cuál sería la definición que quisiéramos escuchar?, tal vez la típica ¿Aquella que mata la esencia de la pregunta y reduce todo al concepto de que todos los sueños se cumplen y se convierten en realidad?
Terminó de morir la charla. Ambas quedamos suspendidas sin tener nada que agregar, y aunque la conversación quedó allí, seguramente quedamos con mucho en que pensar.
Para mí los sueños son imágenes extrovertidas que bailan por nuestra mente hasta convertirse en ideas, ideas que se transforman en estrictas estrategias que seducen nuestra vida para acercarse al ideal; ideas que nos coquetean, nos enamoran, nos desesperan y hasta nos desprecian con tal de retarnos a hacer aquello que no nos creemos capaz…
¿Qué son los sueños?
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