Después de un tiempo todo se reduce al eco. Y no sabemos si lo que escuchamos fue real o imaginario. Si lo vivimos o quisimos sentirlo así. Tal vez el eco es solo la voz idílica de lo que quisimos convertir en un recuerdo.
Una vez leí que lo que recordamos no es precisamente lo que pasó, sino la manera en la que nos empeñamos en recordarlo. Y que entre más tiempo pasa, más posibilidades hay de idealizar el pasado. De añorar cosas que, a lo mejor, nunca fueron. Memoria selectiva, llaman.
Así que según esto nada es 100 % real, pero nada es 100 % mentira.
Tal vez es solo eco. Eco y silencios. Eco y suspiros. Ecos de voces que no podemos recordar y de miradas que después de un tiempo se van haciendo lejanas. Ecos de «ese era yo» y «ese ya no soy yo».
Quizá es verdad, y después de todos los recuerdos viene solamente el eco.
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