Si quieren saber más sobre lo que es la vida en Malta os recomiendo que visiteis nuestra nueva página, con podcast incluido, en la que cada semana hablamos sobre lo que es vivir en Malta.
En un país compuesto por una población de 425.384 personas, es decir muchísimo más pequeño que una ciudad grande como Bogotá o Madrid, descubrí que mi palabra favorita es ¡Estas cosas sólo ocurren en Malta!, ¿Por qué?, porque definitivamente acá pasan a diario tantas cosas raras, para no decir otra palabra, que termina resultando casi inevitable no pasar del estrés a la risa, de la risa al asombro y del asombro al mal genio en un abrir y cerrar de ojos. En ciertos días hasta olvidas que estás en Europa y te sientes como si estuvieras transitando por la dimensión desconocida, haciendo que las miles de quejas tanto tuyas como de otros extranjeros, se conviertan en una banda sonora que al principio detestas pero a la que te comienzas a acostumbrar.
Para mí personalmente, Malta se ha convertido en un país lleno de oportunidades, pues desde que llegué, en compañía de mi novio, tuvimos la visión y la oportunidad de comenzar un pequeño negocio basado en el turismo, lo cual nos permite vivir bien, aprender inglés sin problema, conocer gente de muchas nacionalidades casi diariamente y tener tiempo libre para dedicarnos a conocer las bellezas naturales que adornan este país (que no son pocas, por algo Malta se encuentra en la lista de los países más apetecidos para visitar en este verano 2015).
Pero cuando vives en el país, y no estás sólo por turismo, tienes todo el tiempo del mundo para vivir no sólo las cosas positivas como lo económico que puede resultar el estilo de vida en comparación con otros países de la Unión Europea, la nula tasa de desempleo, la cercanía con otros destinos internacionales, la facilidad económica para perfeccionar el inglés y lo enriquecedor que resulta conocer la historia de un país que jugó un papel fundamental durante la segunda guerra mundial debido a su posición geográfica, pues al estar situado en medio del mediterráneo, cerca de Italia, África y Turquía, era un punto importante tanto para los enemigos como para los aliados.
En Malta, principalmente en su capital, Valletta, se respira historia, y hoy , después de tantos siglos, aún podemos notar pequeños legados e influencias dejadas por algunos de los países que conquistaron la isla. De los árabes, por ejemplo, tenemos la fonética y la raíz del idioma maltés, al igual que ciertas construcciones (Mdina y Rabat); de Italia, la influencia del italiano que yo diría que puede ser el tercer idioma oficial, porque casi todo el mundo lo entiende y lo habla…y ni qué hablar del amor por la pasta, la pizza y el vino italiano. Italia es el principal proveedor de alimentos en Malta, en los supermercado encuentras alimentos importados de este país. De Inglaterra, su último y más grande colonizador (200 años), el inglés, gran fuente económica y turística del país por la cantidad de estudiantes que llegan cada mes a aprender un nuevo idioma, a parte de ciertas curiosidades como la posición del volante de los carros en la parte izquierda (me empiezo a acostumbrar, ya no pienso que los carros son conducidos por un fantasma jaja), alguna comida típica (Fish and Chips), y las cabinas de teléfonos rojas que tan famosas son en Londres.
Pero todo esto se borra cuando llego a mi casa y encuentro en el piso pedazos de pared a causa de un taladro inclemente que agrieta y rompe la pared ¡Estas cosas sólo ocurren en Malta!, no sé si me da más rabia la fuerza con la que el señor estaba azotando su propia pared, tanto así que pasó derecho con la mía, o lo frágiles que son las construcciones aquí; o cuando quiero salir de casa, después de una noche de lluvia, y me doy cuenta de que para hacerlo necesito mínimo unas botas pantaneras, una lanchita que me saque del río en que se ha convertido mi calle (pues en Malta no hay alcantarillados y cuando llueve, literalmente, la mayor parte de la Isla se inunda) .
Qué decir de cuando tengo que esperar un bus por media hora y cuando por fin llega, el señor chofer pasa derecho sin tener la mínima misericordia por nosotros que ahora debemos esperar otra media hora más; y ni pensar cuando al mismo chofer de bus se le antoja, en mitad del trayecto, parar el colectivo por casi 10 minutos porque quiere que todos los que estamos subidos en el bus, más pegados que sardinas en lata (me recuerda a mis épocas en el Transmilenio de Bogotá) nos echemos para un “atrás” que es físicamente imposible, lo que desata su furia maltesa y deja al descubierto la agresividad que caracteriza a estos señores que para desahogarse comienzan a alegar en un idioma que nadie, excepto los malteses, entiende ¡Esto sólo ocurre en Malta!.
Cuando llego a mi piso y veo que los señores que recogen la basura me la han abierto y botado en las escaleras de la entrada porque no les gusta que las bolsas de basura sean de otro color diferente al negro, y no pueden simplemente no recogerla sino que me dejan ese mensaje como advertencia para una próxima oportunidad…¡Esto sólo ocurre en Malta!, o cuando esperas a que llegue el ascensor y al subirte te das cuenta que algún grosero hizo del ascensor un basurero también…¡Esto sólo ocurre en Malta!
En fin, tengo tantas anécdotas por contar que no sé si incrementa mi amor por la isla o se disminuye, pero lo que sí sé es que Malta, con todos sus diferentes colores, alma y sabores, me ha dado una buena razón y una gran oportunidad para volver a empezar, y qué buena forma de empezar….y esto también SÓLO OCURRE EN MALTA.
#AmoraLaIsla
que maravilla de viaje, no he estado por malta todavia
Tienes que venir, vale la pena!
Hola Lú me encanto tu post!
Nunca me imagine que en Malta pasaran esas cosas jijiji interesante ! Tampoco que fuera un país con tasa baja de desempleo y menos se hablara inglés ;). Gracias !!! Hoy aprendí algo nuevo. Saludos
Gracias a ti por leer!! sí, aquí pasan unas cosas que ni te cuento.. quien lo vive es quien lo goza o lo padece jaja 😛